Toda historia tiene un comienzo
Pero empecemos por el principio, soy un aficionado a los trenes desde que tengo uso de razón. Siempre me han gustado y creo que siempre me gustarán. Desde chiquitito tengo recuerdos de haber tenido trenes de todo tipo, desde los trenes de cuerda que no usaban ni vías, trenes a pilas de todo tipo y época hasta mi primer Ibertren (gracias tita). Es cierto que mi padre tenía en su haber algún material de Ibertren pero de la extinta escala 3N (con patín central), una 352 con su Talgo III RD y algunos vagones de mercancías con sus respectivas vías y transformador rojo. No usaba iberama ni tapete ni nada por el estilo, tan solo lo poníamos sobre la mesa y a jugar aunque es verdad que para esa época lo tenía que ver un poco "de lejos" ya que aun era un pelín manazas.
Cuando ya hice la Primera Comunión, me regalaron mi Ibertren (en 2N) con el Iberama 560 y una maravillosa Cuco con sus 3 coches de madera de 2 ejes. Éste fue el pistoletazo de salida para dar rienda suelta a la imaginación y siempre estar soñando con realizar una gran maqueta en la que rodar largas y realistas composiciones.
Con el paso del tiempo fui ampliando tanto el material rodante como vías y desvíos para "ir complicando" un poco más el circuito básico de mi ibertren. Ya superaba con creces el iberama y la base (un viejo tablero) también se me quedaba pequeño.
Al trasladarnos a otra ciudad lo primero que me propuse fue la construcción de una maqueta en la que poder poner en práctica todos los conocimientos adquiridos durante los años anteriores (unos cuantos la verdad), a base de lecturas de revistas, libros, web del mundillo y sobre todo a ver muchas fotos.
Mi primera experiencia en la construcción de maquetas fue (y aún lo es) una maqueta de 3 metros de largo por 1.5 metros de ancho, dividida en 2 bases de 1.5m x 1.5m
La estructura estaba colgada del techo (la pared que menos se usa) y movida por un motor polipasto. Cuando está arriba y para no dejar las cuerda en tensión, tiene 6 ganchos al techo que sujeto con cadenas.
Con ella he pasado muy buenos momentos, muchos años haciendo cada día un trocito más, esperando a las vacaciones y tener tiempo para dedicarle a la maqueta. Me haría falta otro blog para dedicarselo a esta maqueta.
Como todo, la vida sigue y sin esperarlo alguien aparece de pronto en tu vida y las prioridades cambian. Tu felicidad ya no son solo trenes y sin querer los dejas en barbecho. Otro día te despiertas y te encuentras en otra casa (la tuya) con esa persona que quieres a tu lado y la maqueta en casa de tus padres. Coges el metro y por mucho que mides, la maqueta de 3 metros de larga no entra por ningún lado y sabiendo que esa casa no será la definitiva te planteas qué hacer ya que trenes tiene que haber de una forma o de otra porque tus raíces ferroviarias te tiran.
En este punto de la historia es donde aparecen los módulos, pero esa historia está a punto de comenzar....
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